¿Y si mañana nos toca a nosotros? Activistas piden reactivar fondo de emergencia ante riesgos climáticos en Tamaulipas
Ante el aumento de lluvias intensas y desastres naturales en México, activistas de distintas organizaciones han alzado la voz para exigir la reactivación del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), eliminado en años recientes. Su preocupación se centra en el sur de Tamaulipas, una región que, según advierten, está expuesta a fenómenos meteorológicos graves y carece de mecanismos de respuesta inmediata.
Ricardo Cruz Haro, presidente de la Asociación de Abogados Ambientalistas, fue claro: “El sur de Tamaulipas es también vulnerable, hay que voltear a ver lo que pasó en el norte de Veracruz, la furia de la naturaleza es muy destructible, el cambio climático tiene alcances inimaginables, tiene que haber un fondo económico como el Fonden del cual echar mano en momentos como estos, más allá de pasiones políticas”.
El Fonden, que operó por casi tres décadas, permitía una intervención rápida en zonas afectadas por desastres. Su desaparición, según Cruz, “deja a todo México expuesto y Tampico no es la excepción ante la amenaza del cambio climático”.
José Luis León Hurtado, del Consejo Ciudadano del Estuario del Río Pánuco, recordó que aunque el gobierno asegura tener recursos para emergencias, la falta de un fondo específico limita la capacidad de reacción. “La eliminación del Fonden fue un desacierto. Esto ha generado preocupación entre los expertos, los gobiernos municipales y la población en general, especialmente ante la frecuencia y severidad de los desastres naturales en todo México”.
Roque Montiel Lozano, vocero de Ciudadanos Conscientes en Acción por México, fue contundente: “Lo quitaron y ahora se están sufriendo las consecuencias, comunidades sin apoyo, muchas familias desprotegidas; esto no es un tema de política ni de partidos, es un tema de proteger vidas y atender de forma inmediata, un gobierno responsable no improvisa, se prepara, tiene que haber un fondo sólido para responderle a la gente”.
Los activistas coinciden en que más allá del nombre que se le dé, es urgente contar con un mecanismo transparente, ágil y confiable que permita atender a las comunidades afectadas sin demoras burocráticas. La zona sur de Tamaulipas, rodeada de cuerpos de agua y con antecedentes de ciclones históricos, podría enfrentar una crisis con tan solo unas horas de lluvia intensa.

