El Poder Judicial de Tamaulipas se prepara para una transformación profunda en 2026. La presidenta del Tribunal Superior de Justicia, Tania Gisela Contreras López, anunció que se fusionarán o cerrarán entre ocho y diez juzgados como parte de una estrategia para mejorar el servicio judicial en el estado.

“Fusionaremos oficinas saturadas, cerraremos las inactivas y abriremos nuevas donde la demanda laboral explota, rediseñando un sistema potente, equilibrado y sin desperdicio”, explicó Contreras López. Esta medida busca redistribuir mejor los recursos humanos y materiales, concentrando esfuerzos en zonas con mayor carga de trabajo, como Ciudad Victoria.

Actualmente, hay juzgados que atienden menos de 15 casos, mientras otros enfrentan una avalancha de expedientes. Por eso, se planea que los juzgados estatales operen con un solo juez, y que el personal sea reubicado para reforzar áreas como la civil, donde la demanda es alta.

Además, se incorporará tecnología para realizar diligencias a distancia, lo que permitirá reducir tiempos y costos. Contreras López aclaró que no se trata de eliminar juzgados, sino de convertirlos en estatales para optimizar su funcionamiento: “Más que desaparecerlos, los Juzgados pasarían a ser estatales. Esto permitirá optimizar el servicio de justicia en Tamaulipas”.

La reforma también contempla contratar más personal en 2026, incluyendo oficinistas y secretarios proyectistas, para atender el déficit que ha generado retrasos en la resolución de casos.

Por otro lado, se reforzará la vigilancia interna para evitar actos indebidos. El Tribunal de Disciplina Judicial investiga casos de negligencia y trato inadecuado, y la presidenta fue clara: “No habrá impunidad ni tráfico de influencias en el nuevo Poder Judicial”.

Esta reestructuración marca el inicio de una nueva etapa para la justicia en Tamaulipas, con el objetivo de hacerla más ágil, transparente y cercana a las necesidades reales de la población.