El antro Terraza Valentino, propiedad del entonces secretario de Economía Ricardo Velarde Cárdenas, fue señalado tras la desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela; a raíz de la presión social y mediática, el funcionario presentó su renuncia.

La desaparición de Carlos Emilio Galván Valenzuela, joven de 21 años originario de Durango, ocurrida la madrugada del 5 de octubre en Mazatlán, continúa sin resolverse. El último lugar donde fue visto es el bar Terraza Valentino, establecimiento vinculado a Ricardo Velarde Cárdenas, quien hasta hace unos días se desempeñaba como secretario de Economía del estado.
De acuerdo con la denuncia presentada por familiares, Carlos Emilio ingresó al bar acompañado de sus primas y alrededor de las 2:30 de la mañana avisó que iría al sanitario, sin que volviera a salir. Desde entonces no se ha tenido información sobre su paradero.
La Fiscalía General del Estado de Sinaloa abrió una carpeta de investigación y realizó un cateo en el establecimiento. Sin embargo, trascendió que el antro se negó en un primer momento a entregar los videos de sus cámaras de seguridad, lo que generó dudas sobre la transparencia del proceso. La falta de acceso inmediato a esas grabaciones se convirtió en un detonante de la presión mediática y social ejercida desde Culiacán y Mazatlán contra el gobierno de Rubén Rocha Moya.
Ante el creciente escrutinio, el gobernador morenista confirmó la renuncia de Ricardo Velarde Cárdenas. La separación del cargo se dio en medio de críticas por la relación directa entre un miembro de su gabinete y el establecimiento donde ocurrió la desaparición.
La familia del joven ha encabezado manifestaciones en Mazatlán y Durango para exigir avances en la investigación. Colectivos de búsqueda se han sumado a las movilizaciones, señalando que la falta de resultados refleja la incapacidad del gobierno estatal para atender la crisis de desapariciones en un contexto de violencia ligada a la guerra del narco en Sinaloa.
Mientras tanto, la investigación continúa sin resultados concluyentes sobre el paradero de Carlos Emilio, lo que mantiene la presión sobre las autoridades estatales y refuerza la percepción de un gobierno fallido bajo Rubén Rocha Moya.