Más de 100 agentes federales han sido enviados a la Base de la Guardia Costera en Alameda, en la Bahía de San Francisco, como parte de una intensificación de las acciones migratorias del gobierno del presidente Donald Trump en California.

Entre los elementos desplegados se encuentran miembros del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP). Esta movilización ocurre tras las recientes declaraciones del mandatario, quien advirtió que San Francisco podría ser el próximo destino de la Guardia Nacional en su estrategia migratoria.

“La semana pasada Trump sugirió en una rueda de prensa en la Casa Blanca que la próxima ciudad a la que podría arribar las fuerzas federales y la Guardia Nacional sería San Francisco”.

El gobernador de California, Gavin Newsom, respondió con firmeza y anunció que su administración está preparada para presentar una nueva demanda contra el gobierno federal si se concretan estas acciones.

Este despliegue ha generado preocupación entre organizaciones civiles y defensores de los derechos migrantes, quienes temen un aumento en las detenciones y deportaciones en una ciudad históricamente considerada santuario.